Historias Ábaco: Ábaco no es un hotel. Es un lugar de sanación pura
En Ábaco creemos en los detalles

Hay estancias que van más allá de lo esperado. Momentos en los que la hospitalidad se convierte en refugio y un hotel deja de ser solo un lugar donde dormir. En Ábaco, creemos en la fuerza de lo invisible: en los detalles que no se anuncian, en los silencios que sanan, en los encuentros que transforman.

“Un domingo por la tarde recibimos una reserva inesperada: una pareja de entre 45 y 50 años, residentes en Madrid, que había decidido pasar cinco noches con nosotros. Me llamó la atención la urgencia, pero como teníamos disponibilidad, decidí hacerles un pequeño regalo: un upgrade a una de nuestras habitaciones superiores, para que su estancia fuera aún más cómoda. 


Desde el momento en que llegaron, noté una energía diferente. Él y ella transmitían cierta frialdad, un estrés evidente… como si estuvieran sedientos de una pausa, de un respiro.


 Al día siguiente, él me preguntó por rutas para hacer footing; ella bajó algo más tarde a desayunar, esperándole con paciencia. Empecé a recomendarles sitios para comer, pasear y visitar. Poco a poco, la conexión fue surgiendo. 


Ella descubrió que ofrecíamos tratamientos corporales y se interesó especialmente por los tratamientos de Indiba. Día a día fue mostrando más entusiasmo, organizando sesiones para ambos. Fue hermoso ver cómo su energía iba cambiando, cómo comenzaban a sonreír más, a hablar con más calidez, a relajarse. 


Un día antes de marcharse, se acercaron a mí visiblemente emocionados, abrazándome y muy cariñosos. Me dijeron que su estancia en Ábaco había sido "la mejor medicina" que podían haber recibido. Que dudaron mucho antes de reservar, valoraron otras opciones, pero algo en nuestra web y en los comentarios les convenció. Y acertaron. 


Él tiene hipertensión y otros problemas de salud. Su médico le había advertido que necesitaba un descanso urgente o podría enfrentarse a consecuencias serias. Durante toda su estancia, estuvo enviando sus valores de tensión al médico… y estaban mejorando. Día tras día. 


Al hacer el checkout, sus palabras fueron claras: “Ha sido la mejor decisión de nuestra vida. Esta estancia no ha sido una simple escapada. Nos ha devuelto la vida. Ábaco no es un hotel. Es un lugar de sanación pura.”


Una estancia que deja huella

Como esta pareja, muchas personas llegan a Ábaco buscando una escapada y encuentran mucho más: serenidad, equilibrio, una nueva forma de reconectar con lo esencial. Cada habitación, cada gesto, cada rincón de nuestro hotel está diseñado para cuidar, inspirar y ofrecer esa paz que a veces parece tan lejana.

Porque en Ábaco, el lujo no está en lo grandioso, sino en lo verdadero. Y hay momentos en los que descansar no solo es un placer, sino una necesidad vital.

Seguiremos compartiendo historias como esta

, donde el viaje no solo recorre paisajes, sino también emociones. Y donde el destino, más que un lugar, se convierte en una experiencia que permanece.

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